Y tomarán oro, azul, etc. —Para una descripción completa de la manera en que se usaron, ver cap. 39:

REFLEXIONES.— Cuando se prepara el altar, los que deben ministrar en él son nombrados con sus mantos.

1. Aarón y sus hijos. Sus descendientes son preferidos a los propios hijos de Moisés. Dios elige a sus propios siervos. Nota; Es malo entrometerse en el ministerio sin un llamado divino. Nadie puede ocupar este cargo, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.

2. Sus prendas deben ser gloriosas y hermosas, no solo en la preciosidad de los materiales, sino también en la exquisitez del trabajo. Estas magníficas vestiduras significan, (1.) la trascendente excelencia y gloria del Señor Jesucristo. (2.) La hermosura de la santidad, que Dios pone en cada creyente cuando se le consagra sacerdote. (3.) La eminencia de dones y gracias que todo ministro del evangelio debe poseer.

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