Él será para ti en lugar de boca; y serás para él en lugar de Dios. El significado de esto es muy evidente por el contexto, sin recurrir a esas sutilezas y vanas distinciones que algunos han hecho. Serás para él un Dios, como él será para ti, una boca; le darás mandamientos, como yo, el Señor Dios, Jehová Aleim, te doy los mandamientos: él cumplirá tus mandamientos y sea tu boca de la misma manera, como los hombres son, por así decirlo, la boca de Dios, cuando cumplen sus mandamientos.

Él será tu órgano, o ministro, para publicar tus órdenes al pueblo; y tú serás su oráculo, para entregarle la mente y la voluntad de tu Dios. "Ver Éxodo 4:30 y cap. Éxodo 7:1 Diodorus Siculus ha conservado una tradición, que Moisés recibió sus leyes de un Dios, llamado Iao, es decir, Jehová.

Nota; 1. Si Dios no enseña al Orador más elocuente y no bendice sus discursos, sólo hablará al aire, o en el mejor de los casos al oído, no al corazón. Pero, 2. Moisés debe tomar su vara. Sus obras hablarán más que sus palabras. Y la vida de un ministro, como esta vara, dará el mayor peso a sus discursos.

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