Y los rebaños concibieron, etc.— El Dr. Shuckford observa más adelante, (ver nota sobre Génesis 30:32.) que como no se puede probar que el método que usó Jacob sea una forma natural y eficaz de producir ganado variado, los antiguos naturalistas han llevado sus pensamientos sobre estos temas mucho más lejos de lo que podrían soportar. El efecto de las impresiones sobre la imaginación debe ser muy accidental; porque los objetos que deberían causarlos pueden o no ser notados, ya que cualquiera encontraría que probara las varas con pilotes de Jacob para abigarrar su ganado. Pero suponiendo que puedan producir naturalmente el efecto aquí mencionado, sin embargo, si, como se ha dicho anteriormente, Jacob los usó en obediencia a una dirección Divina especial, sin saber nada de su virtud natural, el efecto aún debe atribuirse a Dios mismo, como en el caso de Ezequías: aunque los higos que se aplicaron para su curación podrían ser un remedio natural para su moquillo; sin embargo, dado que la aplicación de ellos no fue hecha por ninguna regla de la física conocida entonces, sino por una dirección Divina, la curación se atribuye justamente a la mano inmediata de Dios.

Observaremos, además, que si este efecto se debió a causas naturales oa aquellas que llamamos causas sobrenaturales y milagrosas, es igualmente agradable al estilo de las Escrituras y a la verdad de la filosofía atribuirlo a Dios como Jacob lo hace, cap. Génesis 31:9 .

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