Y cuando vio, etc., el ángel o la persona divina no prevaleció, porque estaba dispuesto a darle a Jacob la aparente superioridad. Pero, al mismo tiempo, para convencerlo de la facilidad con la que podría haber prevalecido; si hubiera creído conveniente, con un solo toque se dislocó la articulación de su muslo: e insinuando que era hora de que se fuera, para darle a Jacob la oportunidad de continuar su viaje, cuando amanecía, Jacob muestra que él había aprendido completamente quién era, diciendo: No te dejaré ir, a menos que me bendigas; y como la bendición era una prerrogativa peculiar de Dios, por la presente prueba suficientemente que creía que esa Persona era Divina. Ver a Grocio en el lugar.

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