La cosa estaba bien, etc.— Aunque era joven y forastero, José ya se había hecho conspicuo por su explicación de los sueños de los oficiales del Faraón en la cárcel; y ahora, no sólo su exposición de las figuras que el Faraón vio en su sueño, era tan natural, que era apta para engendrar fe; pero su consejo fue tan juicioso y sensato, que no es de extrañar que Faraón, así como sus sirvientes, estuvieran dispuestos a recibirlo; además, no debemos creer que el que envió sueños tan extraordinarios al Faraón, dispuso su mente también para recibir la interpretación con un sentido profundo de su verdad?

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