Y las aguas se acabarán. Estos versículos deben traducirse así: Y las aguas se acabarán del mar, [del Nilo, que con frecuencia, tanto en las Escrituras como en los escritores profanos, se llama el mar. Ver Nahúm 3:8 . Ezequiel 32:2 y Séneca, Quaest. Nat. lib. iv. C. 2.] y el río [ el Nilo ] será asolado y seco, Isaías 19:6 y los ríos se volverán atrás: Los ríos de Egipto serán vaciados y secos; la caña y el loto languidecerán; Isaías 19:7 el papiro cerca de los arroyos a orillas de los ríos, y todo lo que está junto al río, se secará: será rechazado; no será más. Ver Vitringa.

El profeta en estas palabras exhibe el estado del reino de Egipto, saqueado, saqueado, languideciendo; y en los siguientes versículos su luto general y lamentación por ese motivo, y ambos metafóricamente. Aquí supone que se levantará una gran tempestad en Egipto, que hará retroceder las aguas del Nilo, secará sus riachuelos y canales, y de tal modo romperá, derribará y destruirá todas las producciones del Nilo, de modo que desaparezcan por completo. perecer. El significado de lo cual es, que esos enemigos, o señores crueles, que deben reducir a Egipto a la servidumbre, deben destruir toda la abundancia y abundancia de Egipto, y saquear todas las cosas buenas de ese reino. El Nilo aquí representa todo el reino de Egipto; la caña, el loto, el papiro,y las otras producciones del Nilo, significan las riquezas, las mercancías y todo lo que se encontró en el estado floreciente de Egipto: y como, cuando las aguas del Nilo se retiran, o se secan, o no se elevan a su altura apropiada, todas las cosas languidecen y se marchitan en Egipto, y sobreviene la mayor pobreza y necesidad; así que el reino de Egipto, deprimido bajo el dominio de sus crueles señores, los persas, que lo gobernarían por gobernadores rapaces, (porque esta es la desecación del Nilo), todas las cosas deberían languidecer en ese reino; las ciudades con templos y ornamentos sean destruidas; sus riquezas consumidas por extraños y sus tierras sin cultivar.

En resumen, la faz de su país debe ser desolada y melancólica, como cuando el Nilo retuvo sus necesarios desbordes. Ver Vitringa, Éxodo 7:19 y las Observaciones, p. 367; el autor del cual comenta que los ríos mencionados en el versículo 6 significan los brazos del Nilo, por los cuales sus aguas desembocan en el mar; como los arroyos significan los canales dibujados por los príncipes egipcios desde el río.

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