Para el terrible, etc.— Los terribles y feroces eran como Herodes Agripa, que persiguió a los apóstoles; los escarnecedores y blasfemos, como los que reprochaban a los apóstoles, llenos del Espíritu, por estar ebrios de vino. Los vigilantes de la iniquidad o de la iniquidad eran como aquellos sacerdotes y escribas que consultaban juntos para tomar a Jesús con astucia: los que hacen a un hombre delincuente por una palabra, como los que condenan a Esteban por ciertas palabras que se le imputan: aquellos que tendieron lazo en la puerta al que reprendía, como los que acecharon a Pablo, después de haberlos reprendido y desconcertado tan plenamente; y por ultimo, los quevolcaron a los justos por nada, por ninguna causa, fueron los que dieron muerte a Santiago el menor, de apellido el Justo, ya otros de los primeros cristianos, contra quienes no podían poner una justa causa de escándalo. Ver Vitringa.

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