La porción de Jacob. Según los principios de la teología pagana, cada nación estaba comprometida con el cuidado y la superintendencia de su propio dios tutelar, que se denominó su porción, debido a la relación peculiar que se suponía que subsistía entre ellos. La porción de Jacob,por lo tanto, es el mismo que el Dios de Jacob, el que se había hecho cargo de la custodia y protección de esa familia. Pero se distinguía de todos los demás, que eran falsedad y vanidad, todos ellos, sin más existencia que como imágenes sin vida, obra de hombres engañados; mientras que él fue el creador del universo, de todo lo que existe; y para que no haya lugar para confundir el Ser pretendido, se le caracteriza además como quien había elegido a Israel para el objeto especial de su preocupación, lo había señalado para su propia posesión, como con una vara de medir; ya quién pertenecía el nombre de JEHOVÁ. ¡Oh, qué poco sabían o valoraban sus privilegios!

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