Jeremías envía una carta a los cautivos en Babilonia, para que estén tranquilos allí, y no crean los sueños de sus profetas, y que volverán con gracia después de setenta años. Él predice la destrucción de los demás por su desobediencia; anuncia el terrible fin de Acab y Sedequías, dos profetas mentirosos. Semaías escribe una carta contra Jeremías. Jeremías lee su condenación.

Antes de Cristo 597.

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