Ver. 7-11. Que nada os no entre estas naciones, y c.- "noretienen la familiaridad; que no hay matrimonios con estas naciones idólatras: no hacer el menor honorable mención del nombre de sus falsos dioses en su conversación, ni causa cualquiera que jurar por los ídolos nios sirváis vosotros mismos, ofreciéndoles víctimas, o dirigiéndoles oraciones y votos en secreto, ni os postraréis ante ellos,ni rendirles ningún culto público: en una palabra, que nada pueda apartarte de Dios, o apartarte de la ejecución de esos designios, para los cuales ese gran Dios te ha hecho invencible hasta el día de hoy. Libérense así de su deber, y ciertamente se comprometerán con el Señor para que les conceda la victoria y el éxito ".

REFLEXIONES.— Josué, que ya ha envejecido y que le queda poco tiempo de vida, se preocupa por mejorarlo para los mejores propósitos; sus últimas palabras, es de presumir, serán escuchadas con especial atención: por tanto, convoca a aquellos de cuyo cuidado y piedad dependía principalmente el bienestar del estado, y cuyos ejemplos deben ser más influyentes sobre el pueblo; y así les dirige su discurso.

1. Les recuerda lo que Dios había hecho por ellos, para despertar un agradecido regreso por tan trascendentes misericordias. Había expulsado a las naciones poderosas para dejarles lugar; les había dado éxito en cada ataque; ni la ciudad ni el ejército pudieron jamás enfrentarse a ellos; y ahora estaban en posesión tranquila de estas valiosas conquistas. Nota; Nunca podemos recordar con demasiada frecuencia, ni reconocer con demasiada gratitud, las grandes cosas que Dios ha hecho por nosotros en nuestros cuerpos o en nuestras almas.

2. Les asegura que la misma misericordia y bondad se comprometió a atenderlos en sus futuros intentos; tenían suficiente en la actualidad; pero cuando aumentaran, los cananeos restantes serían presa tan fácil como sus vecinos; ni necesitaban las fuerzas reunidas de Israel; una tribu sería suficiente para cualquier conquista, cuando un israelita perseguiría a mil. Nota; Es Dios quien nos da la victoria; aunque nuestros enemigos espirituales nunca parezcan tan numerosos o fuertes, si Dios lucha por nosotros, debemos ser más que vencedores.

3. A continuación, los exhorta a tener valor y obediencia fiel. Pueden salir confiadamente bajo la bendición de Jehová; sólo que se encarguen de asegurarse su favor; y, para ello, deben ser: (1.) obedientes a los mandamientos de Dios, cuidadosos de observar sus ordenanzas instituidas y fieles en su adhesión a él: lo habían sido, y esto era un argumento a favor de su perseverancia; habían experimentado el consuelo de ello. (2.) Deben evitar toda conexión con los cananeos que estaban entre ellos. Siendo la idolatría el pecado que los asedia, y el más provocador de Dios, deben mantenerse a la mayor distancia posible de ella. Nota;

Aquellos que quieren mantenerse alejados del mal deben evitar la tentación, especialmente en el caso de su pecado que los asedia fácilmente.

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