¿Qué hombre es el que dijo, etc.? La maldad de los judíos aparece de manera más flagrante en esta pregunta. No se dan cuenta del milagro, que exigía su examen más serio; no le preguntan quién lo sanó; pero le preguntan con una mueca maliciosa, ¿ quién le ha pedido que se levante? Si hubieran preguntado sobre el milagro, podría haber parecido una acción que merecía un aplauso; pero esto era contrario a su intención.

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