Y el Señor habló a Moisés, diciendo: Habiéndose dado ahora todas las instrucciones necesarias acerca de los sacrificios, Moisés procede, por mandato de Dios, a consagrar a Aarón ya sus hijos, de acuerdo con el método prescrito hasta ahora en el libro del Éxodo. Como hemos hablado allí plenamente de estas ceremonias, sería superfluo añadir aquí mucho más sobre ellas.

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