¿El Hijo del Bendito? - Este es un método muy sublime y enfático de expresar la felicidad de Dios. Transmite tal idea de la bienaventuranza divina, que, comparativamente hablando, no hay nadie más feliz que él. Ver nota sobre Mateo 26:62 . Del pasaje paralelo, Lucas 22:67 , se Lucas 22:67 que la respuesta de nuestro Salvador, Lucas 22:67 por San Marcos como por San Mateo, es solo una respuesta a esta pregunta: ¿Eres tú el Hijo de Dios? y no a ese otro, ¿eres tú el Cristo o el Mesías? que precedió, y que había respondido antes; y aunque San Mateo y San Marcos los conectan, como si hicieran una sola pregunta, y omiten todo el discurso intermedio, sin embargo, es claro en S.

Lucas, que eran dos preguntas distintas, a las que Jesús dio dos respuestas distintas; en el primero de los cuales, de acuerdo con su precaución habitual, declinó decir en palabras claras y expresas que él era el Mesías, aunque en el segundo se reconoció a sí mismo como el Hijo de Dios:lo cual, aunque ellos, siendo judíos, entendían que significaba el Mesías, sin embargo, él sabía que no podía ser una acusación legal o de peso contra él ante un pagano; y así resultó. Sin embargo, había una gran astucia en la pregunta, que consistía en que si Jesús respondía afirmativamente, estaban dispuestos a condenarlo por blasfemo; pero si en negativo, propusieron que se lo castigara como un impostor, quien, al aceptar los honores y títulos del Mesías de parte del pueblo, los había engañado. Véase Reasonableness of Christianity de Locke, pág. 154.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad