Cristo cura al enfermo de parálisis; llama a Mateo del recibo de la costumbre; come con publicanos y pecadores; defiende a sus discípulos por no ayunar; cura el flujo de sangre, resucita de la muerte a la hija de Jairo, da vista a dos ciegos, sana a un mudo endemoniado, y se compadece de la multitud.

Anno Domini 31.

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