Fue brotado, y brotó brotes, etc. —es decir, como observa ingeniosamente el obispo Patrick, en algunos lugares había una apariencia de brotes que brotaban: en algunos, esos brotes estaban completamente arrancados; en otros, se abrieron en flores; en otras partes, anudadas y convertidas en almendras; y todo esto en el espacio de una noche: un milagro tan grande y convincente, que encontramos que tuvo su efecto, la autoridad del sacerdocio de Aarón nunca fue cuestionada después (de lo que oímos). Grocio tiene aquí una observación curiosa con respecto a la conveniencia de producir almendras, con preferencia a cualquier otra fruta. Tenía la intención, dice él, de significar la vigilancia inmediatamente requerida en el sumo sacerdote; porque la palabra שׁקד sheked, significa tanto ese fruto como esta virtud: fructum illum, et hanc virtutem.El almendro se llama así en hebreo, dice Parkhurst, porque es el primero de los árboles que despierta y se levanta de su reposo invernal: florece en el mes de enero y en marzo lleva su fruto a la madurez; es decir, en los cálidos países del sur.

La anticipación de este árbol frutal nos es insinuada por la visión de Jeremías, cap. Números 1:11 y también el Nat de Plinio. Hist. lib. 16: gorra. 25. Sería interminable contar aquí las fabulosas historias sobre la vara de Aarón: aquellos que se inclinan a preguntas de este tipo, pueden encontrar su curiosidad satisfecha al referirse a la disertación número 61 de Parkhurst y Saurin.

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