Les hemos disparado: el hebreo aquí es אבד ונירם vaniram abad, que Le Clerc y otros interpretan, y su luz ha perecido: es decir, su valiente juventud, que son las luces y ornamentos del estado, y que son la luz, es decir, el gozo, de sus padres; otros, de los cuales Houbigant es uno, lo entregan su yugo; es decir, pereció su poder opresor; que parece más agradable al hebreo. Solo comentamos además, que, con toda probabilidad, esta pieza de poesía amoritica formó parte de la crónica antigua del país. En los tiempos más lejanos, el lenguaje de la poesía era el del historiador, del retórico y en general de todos los que se dedicaban a escribir.

Todo lo que fue compuesto para la instrucción del pueblo, fue compuesto en verso. "Los Antiguos", dice Estrabón, "consideraban la poesía como una especie de primera filosofía, adecuada para regular la vida desde la más tierna infancia, para inculcar los buenos modales y para gobernar las pasiones y acciones humanas de la manera más agradable. Así," añade, "los griegos utilizaron luego la poesía en sus academias públicas para la instrucción de la juventud; no sólo porque este método era entretenido, sino porque pensaban que era apropiado formar a sus hijos en la modestia". Ver a Patrick.

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