En Dios alabaré su palabra. La verdad y la fidelidad a sus promesas son atributos que moran en Dios o le pertenecen. Dios le había prometido a David el reino de Israel, y por lo tanto en Dios alabaría su palabra o promesa: es decir, bajo su protección y confiando en su poder, incluso en medio de los mayores enemigos, celebraría las alabanzas de su verdad y bondad; sin dudar sino de que Dios, a su debido tiempo, cumpliría su promesa: porque de ello se sigue: En Dios confiaré; No temeré lo que pueda hacer el hombre.

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