Pacíficamente: vengo a sacrificar. - La respuesta tranquilizó de inmediato a los aldeanos. Simplemente había venido a realizar el habitual rito de sacrificio entre ellos. Se desconocían las razones de su venida, pero su misión era la única de bendición. No había nada inusual en su santificación de Isaí y sus hijos. Evidentemente, ésta era la familia principal del lugar, y el jeque de la aldea y sus hijos serían las personas más aptas para ayudar a preparar y luego llevar a cabo los ritos de sacrificio.

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