Travesuras practicadas en secreto. - La idea de secreto sugerida en la traducción al inglés no aparece en el hebreo; la traducción exacta sería "estaba forjando o ideando". Es bastante probable que Jonathan se las ingeniara para mantener informado a su amigo de estos complots de la Corte en su contra.

Traed el efod. - Está bastante claro que David utilizó en esta ocasión un método de investigación diferente. En 1 Samuel 23:3 se dice simplemente que consultó al Señor; aquí en Keila su pregunta fue precedida, en 1 Samuel 23:6 , por una declaración definitiva de que Abiatar el sacerdote, con el efod, había llegado aquí antes de que él hiciera la pregunta a Dios.

La historia nos dice que él ordenó al sacerdote Abiatar que “trajera aquí el efod”, conectando así deliberadamente la investigación de alguna manera con el efod. En este efod se colocaron doce piedras preciosas, una para cada una de las doce tribus. Los nombres de las tribus estaban grabados en estas gemas, nos dicen los rabinos, junto con algunas otras palabras sagradas. En importantes ocasiones solemnes - parece perfectamente cierto durante un tiempo considerable - que estas piedras fueron permitidas por la providencia de Dios, que obró tantas maravillas para su pueblo, para ser utilizadas como oráculos.

Ya se ha dicho que, según una tradición muy antigua, el uso de las gemas sagradas estaba restringido al sumo sacerdote, que solo podía invocar el poder sobrenatural a instancias del rey o del jefe del Estado por el momento ( uno como Joshua, por ejemplo). La respuesta Divina dada por las gemas sagradas parece haber sido la respuesta visible a la oración ferviente y fiel.

La creencia común es que las piedras del efod dieron su respuesta a las preguntas reales y de los sumos sacerdotes con un brillo peculiar. Pero un pasaje (citado extensamente en el Excursus M sobre el Urim y Thummim al final de este libro) del Talmud de Babilonia (Tratado Yoma ) - aparentemente poco conocido - nos dice que los rabinos tenían otras dos explicaciones tradicionalmente transmitidas desde el días en los que el sumo sacerdote cuestionaba en ocasiones solemnes el efod y su santo pectoral con gemas.

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