Yo causaré. - Aquí Dios habla de Su propia acción directa, y declara que todas estas calamidades son ordenadas por Él; y en este versículo y en el siguiente se repite la profecía de Ezequiel 26:4 que Tiro será completamente devastada y desolada, y nunca será reconstruida.

En Ezequiel 26:15 se expone el efecto de la caída de Tiro sobre otros pueblos marítimos. Debe recordarse que estas personas eran sus propias colonias o tenían estrechas relaciones comerciales con ella.

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