Que no haya contienda. - Es evidente que Lot comenzaba a participar con sus pastores y se consideraba un hombre herido. Pero Abram lo recibe con la mayor generosidad, reconoce que su crecimiento en riqueza hizo necesaria una separación y le da a elegir. Y Lot lo acepta. En lugar de sentir que se debió a la edad y el rango de su tío para cederle la preferencia, acepta con avidez la oferta, selecciona la región que parecía ofrecer las mayores ventajas terrenales, pero descubre a la larga que tiene peligros que lejano superan sus promesas de riqueza y placer.

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