Soy José tu hermano. - Hay mucha fuerza en la seguridad de que seguía siendo su hermano. Porque se quedaron sin palabras, aterrorizados por la sorpresa al descubrir que el odiado soñador, ante la angustia de cuya alma habían parecido indiferentes, era ahora el gobernante de un poderoso imperio. Pero con magnánima gentileza les pide que no se entristezcan ni se enojen consigo mismos; porque detrás de sus actos había una Providencia vigilante guiando todas las cosas para bien.

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