¿Qué te he ofendido ...? - La crueldad de su trato saca del profeta una protesta indignada. ¿De qué crimen había sido culpable, sino el de hablar la palabra que el Señor le había dado para hablar, y era esto un crimen a los ojos de cualquier verdadero israelita? No se pudo probar contra él ningún acto de traición o deserción.

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