Veintidós mil doscientos sesenta y trece. - El número extremadamente pequeño de primogénitos en proporción a una población masculina de 600.000 de veinte años y más - es decir, a una población de alrededor de 1.000.000 de varones - ha sido una fuente fructífera de dificultades y, en algunos casos, una base por el rechazo de la verdad histórica de la narración, que implica, se ha alegado, la increíble conclusión de que sólo había un primogénito de cuarenta y cuatro varones.

Podría bastar, en respuesta a quienes plantean esta dificultad como base para rechazar la verdad de la narración, responder que es difícil, si no imposible, concebir que un escritor que ha registrado, o, según la teoría en La pregunta, inventada tantos cálculos complicados, debería haber insertado entre ellos uno que está plagado de tanta improbabilidad aparente. Se han propuesto muchas soluciones al problema que alivian la aparente desproporción del número de primogénitos no sólo de su supuesta imposibilidad, sino incluso de improbabilidad.

Algunos han insistido en que todos los principios de analogía nos obligan a restringir los hijos primogénitos a los que tienen menos de veinte años y no han sido incluidos en el censo que ya se había realizado. La destrucción del primogénito de los egipcios estuvo claramente sujeta a una limitación algo similar. El mismo Faraón era, con toda probabilidad, un primogénito; y en lo que respecta a los egipcios en general no parece haber más de una muerte en cada casa ( Éxodo 12:30 ), aunque debe haber habido muchísimas casas en las que tanto el padre (y puede ser el abuelo) como el hijo era un hijo primogénito.

Otra opinión es que por primogénito en cada familia debemos entender al primogénito en cada hogar, incluidos los hijos de concubinas y esclavas. Cuando se ha tenido debidamente en cuenta, en cualquiera de estas hipótesis, la proporción media de sexos, el número medio de muertes prematuras y también la limitación del término primogénito.Para aquellos que eran primogénitos por parte del padre así como de la madre, se ha sostenido que el número de primogénitos es consistente con la suposición de que cada familia de los israelitas constaba de unos ocho o nueve hijos, una suposición lo cual, considerando lo prolíficas que se dice que fueron las mujeres hebreas, no puede considerarse merecedor de rechazo debido a su incredulidad. Sin embargo, la solución más probable de la dificultad parece ser la que se da en la Introducción.

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