Dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. - Esta cantidad de ornamentos dorados está bastante en armonía con los hábitos conocidos de las tribus nómadas e incluso bárbaras. El afecto peculiar de los madianitas por tales ornamentos se muestra más adelante en el relato que se encuentra en Jueces 8:26 sobre el peso de los aretes de oro que se le dieron a Gedeón después de su victoria sobre esa nación.

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