En la boca de los necios (obstinados) hay una vara de orgullo. - Tiene que estar resentido por sus dichos mal juzgados; o castiga a otros con ellos. Pero esto no concuerda tan bien con lo que sigue.

Pero los labios de los sabios los preservarán (a los sabios) de las dificultades a las que llegan los necios con sus palabras imprudentes.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad