El sentido general de estos versículos es claro, aunque hay formas ligeramente diferentes de entender las expresiones. El salmista imagina que la palabra o promesa, que se ha cumplido tan abundantemente, convencerá, mediante su ejecución, a todos los reyes de la tierra y los hará confesar y alabar a Jehová. Para un hebreo, la expresión "escucha las palabras de tu boca", refiriéndose en este caso inmediatamente a Salmo 138:2 , era sinónimo de "mira tus maravillas", ya que para ellos "Dios habló y fue hecho".

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