XCIII.

Hay un poder en la misma brevedad de esta canción. Dios es Rey, y toda la rabia y la inquietud del mundo son impotentes ante ese hecho. Puede haber sido inspirado por algún evento en particular, que es inútil tratar de recuperar, pero expresa una verdad general. El airado tumulto de los hombres golpea tan en vano contra la firmeza de granito de su justa voluntad como las olas contra la orilla. Las tempestades de la historia se calman y pasan como la tempestad del mar, pero sus leyes permanecen fijas y seguras para siempre. La forma poética es regular.

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