Verso 46. En una casa se comerá...  En una familia, si es lo suficientemente grande; si no, se puede invitar a una familia vecina, Éxodo 12:4.

No sacarás nada de la carne...  Toda familia debe permanecer dentro de las puertas debido a el ángel destructor, a nadie se le permite salir de su casa hasta el día siguiente, Éxodo 12:22.

Tampoco le romperéis ni un hueso...  Como se iba a comer apresuradamente (Éxodo 12:11), no había tiempo ni de separar los huesos, ni de quebrarlos para extraer el tuétano; y para que no se sintieran tentados a consumir el tiempo de esta manera, por eso se dio esta ordenanza. Es muy probable que, cuando se traía el cordero entero a la mesa, le cortaran la carne sin siquiera separar ninguna de las grandes articulaciones, dejando el esqueleto, con la carne que no pudieron comer, para ser consumido con fuego, Éxodo 12:11, Éxodo 12:10. Este precepto también fue dado para señalar una circunstancia muy notable que 1500 años después iba a tener lugar en la crucifixión del Salvador de la humanidad, quien fue el verdadero Cordero Pascual, ese Cordero de Dios que quita el pecado del mundo; quien, aunque fue crucificado como un malhechor común, y era una costumbre universal romperle las piernas en la cruz, la providencia de Dios ordenó que no se rompiera un hueso de ÉL. Vea el cumplimiento de este tipo maravillosamente expresivo, Juan 19:33 ; Juan 19:36

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