Ni quebraréis ni un hueso de él. - En el caso de todas las demás víctimas, las extremidades debían separarse del cuerpo. Aquí la víctima debía ser asada entera y permanecer íntegra, como símbolo de unidad y un tipo de Aquel a través de quien los hombres se unen entre sí y con Dios. (Ver Juan 19:33 .)

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