Verso Éxodo 22:11. Un juramento del Señor sea entre ellos...  Tan solemnes y terribles eran todos los llamamientos a Dios considerados en aquellos tiempos antiguos, que se daba por sentado que el hombre estaba inocente que pudiera, mediante juramento, apelar al Dios omnisciente de que no había puesto la mano en los bienes de su prójimo. Dado que los juramentos se han convertido en comunes, y desde que se han administrado de la forma más insignificante, su solemnidad se ha ido, y su importancia es poco considerada. Si el juramento recuperara alguna vez su peso e importancia, debe serlo cuando se administra solo en casos de especial delicadeza y dificultad, y con tanta moderación como en los días de Moisés.

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