Verso Éxodo 28:35. Su sonido se escuchará.  Las campanas tenían, sin duda, la intención de mantener la atención del pueblo hacia el oficio tan solemne e importante que el sacerdote estaba desempeñando en ese momento, para que todos tuvieran sus corazones ocupados en el trabajo; y al mismo tiempo para mantener a Aarón mismo presente que él ministraba ante Jehová, y que no debía llegar a su presencia sin la debida reverencia.

Que no muera. Esto parece una alusión a ciertas ceremonias que todavía prevalecen en los países orientales. Jehová aparecía entre su pueblo en el tabernáculo como un emperador en su tienda entre sus tropas. En las puertas de las tiendas o palacios de los grandes se colocaba generalmente algún cuerpo sonoro, ya sea de metal o de madera, que se golpeaba para anunciar a los que estaban dentro que una persona pedía ser admitida en la presencia del rey, etc. Como el tabernáculo no tenía puerta, sino un velo, y por lo tanto nada que impidiera la entrada de cualquier persona, se le ordenó a Aarón que pusiera las campanas en su túnica, para que se oyera su sonido cuando entrara en el lugar santo ante el Señor.

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