Verso Génesis 43:20. Oh señor, vinimos a comprar comida...  Hay una franqueza ahora en el conducta de los hermanos de José que no existía antes; relatan simple y honestamente toda la circunstancia del dinero que encontraron en sus sacos al regresar de su último viaje. Las aflicciones de la mano de Dios, y bajo su dirección, tienen una maravillosa tendencia a humillar el alma. Si los hombres supieran lo graciosos que son sus designios al enviarlos, jamás se oiría ningún murmullo contra las dispensaciones de la Divina Providencia.

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