Verso Génesis 7:15. Y entraron… Era físicamente imposible para Noè haber recolectado tan gran número de animales domesticados y feroces, tampoco podrían haber sido retenidos en sus cubìculos por medios meramente naturales. Entonces, ¿cómo fueron llevados al arca desde distintas distancias y conservados allí? Solo por el poder de Dios. El que primero los trajo milagrosamente a Adán para que pudiera darles sus nombres, ahora los trae a Noé para que pueda preservar sus vidas. Y ahora podemos suponer razonablemente que su enemistad natural estaba tan alejada o suspendida que el león podía morar con el cordero y el lobo acostarse con el cabrito, aunque cada uno todavía pudiera necesitar su peculiar alimento. Esto no puede ser una dificultad para el poder de Dios, sin la interposición inmediata de la cual ni el diluvio ni las circunstancias concomitantes podrían haber tenido lugar.

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