Verso Juan 18:20. Hablé abiertamente al mundo...  A toda persona en la tierra indistintamente, al pueblo en general: el τω κοσμω, aquí, equivale al francés tout le monde, todo el mundo, es decir, toda persona al alcance. Esta es otra prueba de que San Juan utiliza el término mundo para referirse únicamente al pueblo judío; pues es seguro que nuestro Señor no predicó a los gentiles. La respuesta de nuestro Señor, mencionada en este versículo y en el siguiente, es tal que hace que una persona sea consciente de su propia inocencia y confíe en la rectitud de su causa. He enseñado en el templo, en las sinagogas, en todas las principales ciudades, pueblos y aldeas, y por todo el país. No he tenido ninguna escuela secreta. Tú y tus emisarios me han vigilado por todas partes. Ninguna doctrina ha salido jamás de mis labios, sino lo que era conforme a la justicia de la ley y a la pureza de Dios. Mis discípulos, cuando han enseñado, lo han hecho de la misma manera, y han tenido los mismos testigos. Preguntad a los que han asistido a nuestros ministerios públicos, y oíd si pueden probar que yo o mis discípulos hayamos predicado alguna doctrina falsa, que hayamos perturbado a la sociedad, o que hayamos perturbado al estado. Atended al curso ordinario de la justicia, llamad a los testigos, dejad que hagan sus declaraciones, y luego proceded a juzgar según las pruebas presentadas ante vosotros.

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