CAPITULO XIV

Introducción a los sacrificios y ceremonias que se utilizarán para

la purificación del leproso, 1-3.

Dos aves vivas, madera de cedro, escarlata e hisopo, 

para el que iba a ser purificado, 4.

Uno de los pájaros debía ser sacrificado, 5;

y el ave viva, con la madera de cedro, la grana y el hisopo,

para mojarla en la sangre y rociarla sobre el que había

sido infectado con la lepra, 6, 7;

después de lo cual debía lavarse la ropa, afeitarse la cabeza, las 

cejas, barba, etc., bañarse, permanecer fuera siete días, 8, 9

al octavo día debe traer dos corderos, una oveja

una décima parte de harina y un poco de aceite, 10;

que el sacerdote debía presentar como ofrenda por la culpa,

ofrenda por el pecado y ofrenda por las ovejas ante el Señor, 11-13.

Después debía rociar la sangre y el aceite sobre la

persona que iba a ser purificada, 14-18.

La expiación hecha por estas ofrendas, 19, 20.

Si la persona era pobre, un cordero, con la harina y el aceite,

dos tórtolas o dos pichones, 21, 22.

Éstos debían ser presentados, y la sangre y el aceite aplicados como antes,

23-32.

Leyes y ordenanzas relativas a las casas infectadas por la

lepra, 33-48.

Se debe hacer una expiación para limpiar la casa, 

similar a la realizada para el leproso curado, 49-53.

Resumen de este capítulo y del anterior, relativo a

las personas, los vestidos y las casas leprosas, 54-56.

El fin para el que se dieron estas diferentes leyes, 57.

NOTAS SOBRE EL CAPITULO. XIV

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