Verso Levítico 18:6. Cualquiera que sea pariente cercano.  כל שאר בשרו col shear besaro, cualquier resto de su carne, es decir, a cualquier aliado particular de su propia familia, cuyos grados prohibidos se especifican desde Levítico 18:7-3 inclusive.

A pesar de las prohibiciones aquí, debe ser evidente que en la infancia del mundo, las personas muy cercanas a la familia deben haberse unido en alianzas matrimoniales; y que incluso los hermanos deben haberse emparejado con sus propias hermanas. Este debió ser el caso de la familia de Adán. En estos primeros casos, la necesidad lo exigía; cuando esta necesidad dejó de existir, la cosa se tornó impropia e inoportuna por dos razones:

1. Para que los deberes que la naturaleza impone a los parientes no se confundan con los de tipo social o político; pues ¿podría un hombre ser hermano y esposo, hijo y esposo, al mismo tiempo, y cumplir los deberes de ambos? Imposible.

2. Para que, al casarse con otras familias, los lazos del pacto social se fortalezcan y amplíen, de modo que el amor al prójimo, etc., se perciba de inmediato no sólo como una máxima de la buena política, sino también como un deber muy práctico y fácil, y así se eviten las enemistades, las divisiones y las guerras.

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