Verso Levítico 21:23No pasará al velo. Al sacerdote con una mancha no se le permitía entrar en el lugar santísimo, ni quemar incienso, ni ofrecer los panes de la proposición, ni encender el candelabro de oro, etc. En resumen, no se le permitía realizar ninguna función esencial del sacerdocio.

1. La gran perfección requerida en el sumo sacerdote judío estaba destinada principalmente a señalar la perfección de aquel sacerdocio del cual el judío era sólo el tipo. Y sin embargo, como nos asegura el apóstol, esa ley no hacía nada perfecto, sino que señalaba el sacerdocio y el sacrificio más perfectos por los que nos acercamos a Dios.

2. Como nadie que tuviera una mancha podía entrar en el lugar santísimo, y este lugar santísimo era un tipo del reino de Dios, así nada que esté contaminado puede entrar en el cielo, porque él se entregó por su Iglesia para purificarla para sí mismo, y presentarla finalmente ante la presencia de la gloria divina sin mancha ni arruga, ni nada parecido,  Efesios 5:27; un pasaje que evidentemente se refiere a las indicaciones del versículo anterior. Lector, ¿te has convertido en un rey y sacerdote para Dios y el Cordero? y ¿has obtenido, o estás buscando seriamente, esa santidad sin la cual no puedes ver el reino de los cielos?

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