Verso Levítico 7:23. Grasa, de buey, o de oveja, o de cabra.  Podían comer cualquier otra grasa, pero la grasa de éstos era sagrada, porque eran los únicos animales que se ofrecían en sacrificio, aunque muchos otros figuraban entre los animales limpios al igual que éstos. Pero es probable que esta prohibición se entienda para estos animales cuando se ofrecen en sacrificio, y entonces sólo en referencia a la grasa interior, como se menciona en Levítico 7:4. No puede referirse a la grasa en cualquier otra circunstancia, ya que era una de las bendiciones especiales que Dios concedía al pueblo. La manteca de las vacas y la leche de las ovejas, junto con la grasa de los corderos, los carneros de la raza de Basán y las cabras, fueron la provisión que dio a sus seguidores.Consulte Deuteronomio 32:12-5.

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