Verso 48. Y toda la gente... Todos se vieron profundamente afectados, excepto los sacerdotes, y aquellos a quienes habían empleado para cumplir sus propósitos básicos. La oscuridad, el terremoto, etc., habían traído terror y consternación a todos los corazones. ¡Cuán terrible es el estado de aquellos que, como consecuencia de su larga oposición a la gracia y la verdad de Dios, finalmente se entregan a una mente reprobada!

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