Verso 48. Vosotros sois testigos de estas cosas... Les dio una comisión completa para proclamar estas buenas nuevas de paz y salvación a un mundo perdido. Los discípulos fueron testigos no sólo de que Cristo había padecido y resucitado de entre los muertos, sino también de que abre el entendimiento por inspiración de su Espíritu, de que da el arrepentimiento, de que perdona el pecado y purifica de toda injusticia, y de que no quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen al conocimiento de la verdad y se salven. Y estas son las cosas de las que deben dar testimonio sus sucesores en el ministerio del Evangelio. En la medida en que un hombre proclame firme y afectuosamente estas doctrinas, en esa medida Dios bendecirá su labor para la salvación de los que lo escuchan. Pero ningún hombre puede dar testimonio de la gracia que salva el alma, si su propia alma no está salvada por esa gracia.

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