Verso Mateo 14:35. Los hombres de ese lugar tenían conocimiento de él... Lo vieron de nuevo. Ya habían visto sus milagros; y ahora recogen a todos los enfermos que encuentran, para que él tenga la misma oportunidad de manifestar su maravilloso poder, y ellos de ser los instrumentos de alivio de sus amigos y vecinos.

Le llevaron todos los que estaban enfermos... Y Jesús recibió y sanó a todos los hombres y mujeres de ellos. ¿Y no es el alma, a los ojos de Dios, más valiosa que el cuerpo? ¿Y negará él su poder curativo al primero y se lo concederá tan libremente al segundo? Esto no puede ser. Deje que un hombre venga él mismo a Jesús, y será salvo y luego que recomiende a este Cristo a todo el círculo de sus conocidos, y ellos vengan, también encontrarán misericordia.

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