Verso 37. Señor, cuando te vimos  hambriento... Señor, cuando te vimos hambriento, c.] Esta expresión bárbara, un hambriento, debería ser desterrada del texto, dondequiera que aparezca, y sustituida por la simple expresión con hambre. Todo lo que se hace por amor a Cristo, se hace por la gracia de Cristo, y el que hace la obra atribuye a Jesús tanto la voluntad como el poder por el que se hizo la obra, y busca y espera el reino de los cielos no como una recompensa, sino como un don de pura misericordia inmerecida. Sin embargo, mientras los obreros colaboran con su gracia, Dios les atribuye lo que hacen por su influencia, como si lo hubieran hecho independientemente de él. Dios tiene derecho a formarse la estimación que le plazca de las obras realizadas por medio de él; pero el hombre nunca está seguro sino cuando atribuye todo a su Hacedor.

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