Versículo Salmo 74:4Tus enemigos rugen. Tu pueblo, que antes era un pueblo distinto y separado, y que ni siquiera tocaba a un gentil, ahora se ve obligado a mezclarse con los más profanos. Su bulliciosa alegría, sus crueles burlas, sus insultantes órdenes, se oyen por doquier en todas nuestras asambleas.

Ellos colocan sus enseñas como señales. שמו אותתם אתות samu othotham othoth, ponen sus enseñas en lugar de las nuestras. Todas las enseñas y trofeos eran los de nuestros enemigos; los nuestros ya no se veían.
Los versículos quinto, sexto y séptimo dan un relato histórico correcto de los estragos cometidos por los babilonios, como podemos ver en  en 2 Reyes 25:4 ; 2 Reyes 25:7 y Jeremias 52:7 ; Jeremias 52:18 ; Jeremias 52:19 : "Y la ciudad fue destrozada, y todos los hombres huyeron de noche por el camino de la puerta. Tomaron a Sedequías, y mataron a sus hijos ante sus ojos; le sacaron los ojos, lo ataron con grilletes de bronce y lo llevaron a Babilonia. El segundo día del mes quinto del año decimonoveno de Nabucodonosor, Nabuzaradán, capitán de la guardia, vino a Jerusalén, y quemó la casa de Jehová, la casa del rey y toda casa de los grandes; y todas las casas de Jerusalén las quemó con fuego. Y derribaron los muros de Jerusalén alrededor. Y las columnas de bronce, y las basas, y el mar de bronce, los hicieron pedazos, y llevaron el bronce a Babilonia. Y se llevaron las ollas, las palas, los apagadores y las cucharas, las sartenes y los cuencos, y todo lo que era de oro y de plata". Así derribaron, se llevaron y destruyeron esta hermosa casa; y en el verdadero espíritu bárbaro, ni la santidad, ni la belleza, ni la simetría, ni la elegancia de la mano de obra, eran nada a sus ojos. Lo que los martillos y las hachas podían arruinar, quedó arruinado; Jerusalén fue totalmente destruida, y sus muros quedaron a ras del suelo. Bien podría el salmista suspirar por semejante desolación.

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