y David respondió y dijo: He aquí la lanza del rey !. Y que quizás fue su cetro, y que David, por lo tanto, no lo mantendría, para que no sea pensado o dicho que le había privado de una insignia de su realeza, y se interpretaría como una muestra de su diseño para aprovechar su corona y trono:

y deja que uno de los jóvenes viniera y busca ; Porque no obstante, el reconocimiento Saúl había hecho de su pecado y locura, David no eligió llevarle la lanza; No se preocupe por confiar en él, y ponerse en sus manos, para que el espíritu maligno debería regresar y venir sobre él de repente, y alterar su disposición y carro; Tampoco enviaría a ninguno de sus hombres con él, cuyas vidas eran queridas para él, para que no sean incautadas como traidores, pero desea que se envíen uno de los hombres de Saúl.

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