y Moisés, y Aarón, y sus hijos, se lavaron las manos y sus pies de ellos. Este Laver fue para los sacerdotes, y Moisés, oficiando como sacerdote, se lavó, con Aarón, y sus hijos, a quienes ahora estaba a punto de consagrar a la oficina del sacerdote, e invertir con él. Ofreciendo sacrificio por ellos; Jarchi dice que esto fue el octavo día de la consagración.

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