Introducción a Ezequiel 31.

Este capítulo contiene una confirmación de la profecía precedente, de la ruina del rey de Egipto, por el ejemplo del rey de Asiria, a quien era en la grandeza y el orgullo, y estaría en su caída. Se observa el tiempo de la profecía, Ezequiel 31:1, el profeta se le ordena dar la siguiente relación con el rey de Egipto, Ezequiel 31:2 en el que se compara el rey de Asiria con un cedro grande y floreciente, por el alcance de sus dominios, el próspero estado de su imperio y su exaltación por encima de todos los demás príncipes, lo que le dio su envidia.

Ezequiel 31:3, por lo que por su orgullo, su corazón se levanta con estas cosas, Ezequiel 31:10, la ruina vino sobre él; que se describe por los instrumentos y la manera de la misma, y ​​los efectos lo siguiente; Lamento y miedo en algunos, consuelo y confort a los demás, y la destrucción a sus asociados, Ezequiel 31:11, por lo que se le pide a Faraón que considere todo esto, que le gustaba la grandeza y orgullo, y debería tener el destino parecido con él; Tampoco podía asegurarle su grandeza que lo que hizo el monarca asirio, Ezequiel 31:18.

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