Y volviéndose de él, tomó una yunta de bueyes y los degolló, y coció su carne con los instrumentos de los bueyes, y dio a la gente, y comieron. Entonces él se levantó, fue tras Elías y le servía.

(k) No se quedaba hasta que le trajeran leña, tan grande era su deseo de seguir su llamado.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad