Y he aquí, Dios mismo [está] (l) con nosotros por [nuestro] capitán, y sus sacerdotes con trompetas que suenan para dar voz de alarma contra ti. Hijos de Israel, no peleéis contra el SEÑOR Dios de vuestros padres; porque no prosperaréis.

(l) Debido a que su causa era buena y aprobada por el Señor, no dudaron del éxito y la victoria.

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