Porque me abandonaron y quemaron incienso a dioses ajenos, para provocarme a ira con todas las obras de sus manos; por tanto, mi ira se derramará sobre este lugar y no se apagará.

(p) Habla ella con desprecio de los idólatras, que, contrariamente a la razón y la naturaleza, llaman dios a lo que han hecho y enmarcado con sus propias manos.

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